Siendo sinceros, esto no es muy normal:
boda sin cura, ni anillos, ni vals.
En vez de una iglesia, un albergue rural,
la “suite” con literas, de orquesta “os chirmans”.

Es, sin embargo, un lugar especial,
Pineta de fondo, ya casi otoñal.
Un día que nunca podréis olvidar,
familia y amigos, para celebrar.

Ya van casi diez años de esta historia,
y aún veo en vuestros ojos la ilusión
de un niño descubriendo un mundo nuevo,
de quién, enamorado, habla de amor.

No hay más que veros para comprenderlo,
¡qué importa el dónde, sólo es el con quién!
Un camping se convierte en un palacio
y Zúrich toma el clima cordobés.

Y así seguís llenando de recuerdos
un mapa que ojalá no tenga fin.
Así, pasito a paso, beso a beso,
¡brindad por los momentos que vais a compartir!

¿Qué tal si mientras recorréis el mundo
buscáis un Nemo o una pequeña Ariel?
Que herede vuestro ingenio, os lo aseguro,
será mejor que un gran superpoder.

Que Julia, tú le enseñes cada día,
le muestres la empatía y la humildad.
Que Sergio, seas su faro, seas su guía,
y que juntos le eduquéis en libertad.

Sin prisa, no corráis, que de momento,
doctores con honores vais a ser.
De viaje a Patagonia, y por supuesto,
¡hoy bailad hasta que vuelva a amanecer!

Y así seguís llenando de recuerdos
un mapa que ojalá no tenga fin.
Así, pasito a paso, beso a beso,
¡brindad por los momentos que vais a compartir!

Así vais cocinando a fuego lento:
ternura, armonía y amistad.
Con mimo y vuestra pizca de fortuna,
sin duda, esta receta seguro triunfará.